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domingo, 30 de octubre de 2011

El matador

No, no vamos a hablar de la resurrección cuasimilagrosa después de una semana de crisis de Messi.
Os pongo en antecedentes de qué va a tratar la entrada: resulta que esta mañana correteando por las montañas del Baix Llobregat me he cruzado además de con un par de motoristas y algún caminante, con un señor escopeta al hombro.
A mí me ha parecido aterrador ya que con mi grácil correr montañero podía el tipo confundirme con un isard o un cervatillo.
Total que me he ido aproximando aclarándome la garganta sin parar para que me oyese llegar sin descerrajarme un tiro.
Ya sé que muchos alegaréis que para tener licencia de armas hay que pasar un psicotécnico pero ... ¡protesto Señoría! 
a) En todas las trifulcas por lindes de terrenos hay cazadores
b) también pasan psicotécnicos controladores aéreros y Mossos y lo que es peor, yo no superé los primeros (bueno, quizá eso sea un punto a su favor y no en contra).
El caso es que tras prohibir los toros a mí me ha parecido mucho más peligroso los de la peña de Charlton Heston.
Un toro es imposible que me coja, un balazo algo menos.

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