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miércoles, 5 de septiembre de 2007

Ensayo sobre la sordera

Si José Saramago escribió el excelente ensayo sobre la ceguera, yo voy a hacer lo propio con la sordera.
Tengo los oídos llenos de mocos y me da la impresión de ir todo el día en avión. Voy ayer al señor otorrino y me dice: te voy a meter una cámara por la nariz y yo contesto: no jodas y él dice: se lo hacemos a los niños a lo que yo replico: pues nada, nada, tira p'alante. Supongo que lo haría para facturárselo a SANITAS y la verdad es que lo superé como un campeón. Acabo la consulta y me dan un papel: firme aquí y yo digo: este no soy yo (era de un tal Avelino). Luego me dice algo acabado en -ino y yo digo: que yo no soy Avelino y me contesta: he dicho otorrino y yo finalizo el diálogo con: si es que estoy como mi abuela del oído.
Lo del ensayo viene porque ayer la Mónica que va a rehabilitación se encontró con Sergi el Ninja que había estado ¡4 meses! con algo parecido en un oído y que iba al trauma porque le dolía la espalda. Anda que no estamos todos changados. Y eso que hablo de lo físico, que las cabezas mejor no meneallas.
Como a mí me siga molestando y me la concedan, me cojo la baja y a aprender el idioma de sordomudos. Lástima que el Jiman se plantase a mitad del aprendizaje, si no aún me podía dar clases.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo ando resfriada, por estos parajes menorquinos donde sopla una tramuntana que nos impide disfrutar de las playas como debiéramos. A pesar de mi lejanía, te voy a dar una -espero- exclusiva: el novio de Pili-metido-a-político va a ser papá! Sí, ha dejado embarazada a la Syra Gorda (que se va a poner más gorda aún a partir de ahora).
Espero que lo de los mocos en el oído no sea nada, y que Elsa y Marina estén estupendamente!
Por razones evidentes, esta vez no voy a dar mi nombre, jeje!