El día de la marmota

Con el Barça en las últimas temporadas, parece que estamos atrapados en el tiempo como en la película.
Todos los partidos es la misma historia. En este nuevo equipo, hay ganas y voluntad pero no se atisba en el horizonte ni una pizca de magia ni la pegada demoledora que hace falta para ir de grande por Europa.
El mejor de ayer sin duda Sergio Busquets. Hace unos años cuando veía a mi padre recordar a Sanchís padre y jugaba el hijo yo pensaba: sí que debe ser viejuno el papa.
Ahora que empezamos a ver casos como el hijo de Míchel y el de Busi me doy cuenta que realmente nos hacemos mayores pero también es cierto que la pauta reproductiva de los futbolistas propia del tercer mundo (tener muchos hijos y muy jóvenes) ayuda en el proceso.
Eso debe venir propiciado porque como advierten a los rookies en la NBA en un campus, hay que andar precavido porque las mujeres se quieren quedar preñadas para sacarles la pasta.
Cómo son estos americanos.
Y volviendo al partido de ayer. A ver si alguien -léase el balón de oro europeo- coge el timón de este equipo porque si no, nos vamos a dar una hostia de impresión.
La media entrada en el debut liguero también es síntoma de la falta de motivación que tiene la parroquia. Que conste que como dije ayer, yo no fui por causas de fuerza menor.