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viernes, 5 de febrero de 2010

El Pepiñazo

Quién iba a pensar cuando José Blanco se hizo con la cartera de Fomento sustituyendo a la famosa Magdalena Álvarez que él iba a ser elegido para hacer saltar la banca en lo que a los controladores se refiere.
Visto desde la cercanía que da la convivencia con esos teóricos compañeros de trabajo y desde la lejanía que da el regirse por un convenio colectivo diferente se pueden llegar a multitud de reflexiones.
La primera es que dentro del colectivo hay gente magnífica (no faltaba más) que no merece lo que se les viene encima y el ser tratados como si fuesen apestados por el resto de la población.
Lo cierto es que también hay muchos que se creen que son una especie de nobleza o de una casta superior.
La sensación que se respira en estos días es realmente curiosa. Los trabajadores del ahora V Convenio Colectivo -en adelante pobres- campando tranquilamente por su lugar de trabajo sin más preocupación que la de recordar que hay que fichar al entrar y salir.
Los trabajadores del I o II Convenio vagando por las dependencias como almas en pena y con la sensación que la espada de Damocles pendía por primera vez sobre sus cabezas hasta hace pocas fechas intocables.
Ahora que se ha encendido el ventilador y que mierda hay para dar y tomar, veremos hasta dónde llega la sangría. Si dejo de escribir es porque me han hecho instructor de alguna torre y como no tengo ni puta idea, me estoy estudiando los procedimientos.

1 comentario:

€du dijo...

La foto es un montaje, ¿o realmente tiene Pepe Blanco un culo en la barbilla? Si se enterara ese hombre de las tácticas para "cuadrar" horarios de los pseudos, se vería un follooooong...