70-68

No, no es el resultado de un partido de baloncesto.
Es el marcador del último set del partido de Wimbledon en el que John Isner derrotó a Nicolas Mahut tras once horas y cinco minutos de verse las caras divididas en varios días.
Ya han entrado en la historia y ahora seguro que el triunfador cae en la siguiente ronda si no es que la ha disputado ya que yo el tenis lo sigo de oídas y a una cierta distancia.
Música de Shakira dentro y .... ¡al Mundial que es lo nuestro!
Quiero dar gracias una vez más por no haberme aventurado con las apuestas en esta edición de la Copa Mundial de la FIFA porque esto más que apuestas deportivas se han convertido directamente en un bingo o aún peor en una ruleta en la que hay 10 o 12 ceros.
Francia ya está confortablemente asentada en casa (incluso Titi Henry ya ha pasado por el palacio del Eliseo para que le tire de las orejas -si es que llega- Sarkozy) e Italia decidió que había llegado el momento de dar un paso más en su fútbol mezquino y hacer historia al no defender el título cuando tan solo quedan (quedarán después del día de hoy) dieciséis equipos en liza de la talla de Paraguay, Eslovaquia, Japón, ...
Os contaré un secretillo porque tiene final infeliz. Viendo ayer el Japón-Dinamarca, me vino un flash. Con el arbitraje que se estaba dando, vi a Tomasson lanzando un penalty y transformándolo un rato antes de que lo señalase.
Cuando lo pita el juez de la contienda y se encamina el bueno de John Dahl hacia el punto fatídico pensé: joder, si llego a apostar por esto, me forro. Y va el tipo y lo falla aunque acierte con el rechace. No somos nada.
Si los lectores no fuéseis lo que se conoce científicamente como unos cabroncetes con muy mala baba, pronosticaría la victoria de España esta noche para pasar como primera de grupo pero como me consta que sí lo sois, no voy a aventurarme.
Hala, a ver si pillo un rato el enfrentamiento de Brasil y Portugal y si no, a Radio Marca que voy.