Dieta disociativa

Antes de que nadie se alarme y crea que he caído en el error de comer sólo un grupo de alimentos, debo aclarar que la dieta a la que hago referencia es la que yo practico a nivel televisivo.
Se compone básicamente y casi en exclusiva de fútbol.
Aún más ahora que retomamos las competiciones continentales que vienen a sumarse a los cuatro partidos del gol televisión desde que hay oferta también en lunes más el de las autonómicas.
Y es que claro, en vista de las mierdas que nos ofrece la parrilla televisiva, pues a ver rodar el balón y en cuanto no hay nada potable, a leer que hay que amortizar el libro electrónico.
Después del batacazo blanco de ayer que iba alternando con alguna conexión del Milan-Manchester United, quiero destacar una de esas cosas que se dan en el mundo del fútbol y que no dejan de sorprenderme.
Esta noche ha jugado con el Arsenal el central inglés Sol Campbell que fue quien marcó el gol de los Gunners en la final de París contra el Barça en el que había sido su útlimo partido en Champions. A sus 35 años y después de un tiempo prejubilado, ha tenido la oportunidad de jugar en la máxima competición.
Y qué mejor manera de celebrarlo que marcar a la salida de un córner. Como se ve que el hombre tenía ganas de aparecer en los periódicos, también ha sido protagonista de la cesión que ha costado el segundo gol del Oporto.

Esto sí que es un deporte chulo y no el baloncesto de los USA donde para batir un récord de espectadores montan una cancha en el centro de un campo de fútbol americano.
Cien mil espectadores sería mucho decir porque las imágenes desde el gallinero demostraban que no se veía un pimiento.
Menuda estupidez encontrarte con un atasco de narices para ir a seguir un partido por las pantallas gigantes o en los monitores instalados en los pasillos.
Están locos estos yanquis.