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miércoles, 16 de junio de 2010

Charangas y vuvuzelas

Si hasta ahora el ruido más inhumano que se podía encontrar en un recinto deportivo era el de las charangas como la que resuena en el Buesa Arena de Vitoria, le ha salido un temible competidor con las trompetillas sudafricanas. Bueno, eso si descontamos cuando en aquella remontada contra el Chelsea a la directiva del Barça comandada por Núñez le dio por poner unos altavoces para meter más presión. Vergonzante aunque quizá indicativo que por suerte muchas cosas están cambiando entre el aficionado azulgrana.
Como referencia al baloncesto es toda la referencia que voy a hacer porque aún no consigo superar el shock ni explicarme lo que ha pasado en la serie final de la ACB.
Volviendo al tema de las vuvuzelas, realmente no entiendo la gracia que tienen y si alegan que es por algo tradicional o de sus ancestros, no me lo creo en absoluto.
Suena a gente que no entiende (vale, yo tampoco entiendo) ni respeta el juego. Creo recordar que cuando se disputaba en Japón la extinta copa Toyota o Intercontinental, los nipones también hacían bastante escándalo pero eso era en los tiempos en que celebraban más un chute larguísimo de un portero que cuatro regates de un delantero.
Una vez que te pones a disfrutar del espectáculo, te guardas los instrumentos (de música o ruido) y aplaudes, animas o insultas según sea el desarrollo del juego.
Hablando estrictamente del tema competitivo, hoy debuta la favorita del torneo que no es otra que España. Por primera vez y después de que cada cuatro años vendiesen la moto de que era el momento de ganar la Copa del Mundo, los de Del Bosque se encuentran casi con la obligación de hacerse con el título. Y evidentemente no es tarea fácil pero es que la diferencia futbolística con las otras selecciones es abismal.
Brasil anoche y sin ir más lejos jugó un partido entre flojo y flojísimo que al final ganaron por 2-1 y que según se empiecen a dar los resultados del grupo, los puede dejar hasta fuera de los octavos o como mínimo fuera de la primera plaza. No es por ser tremendista como el compañero Nostrabarbus pero si partimos de la base de que todos van a golear a los norcoreanos, la diferencia de goles puede jugar en contra de los de Dunga.
Os voy a decir aquí en confianza que en el descanso envié un sms a un amigo apostador sugiriendo que metiese pasta a que la canarinha ganaba por más de un gol. Cambié de canal con la satisfacción del deber cumplido y cuando volví, aquello había acabado sólo con un gol de diferencia. Espero que como me conoce, no me hiciese caso.
Destaquemos el golazo de Maicon a pesar de que el portero podría haber despejado hasta de zamorana y la velocidad que juega Kaká con la cual más le vale ir buscando una máquina del tiempo e irse a jugar con la seleção de Pelé.

7 comentarios:

Sobrevalorado dijo...

Seleçao, quiere usted decir.

Yo no tendría tan claro que Portugal vaya a golear (ni siquiera ganar) a los norcoreanos.

hostiamor dijo...

Corregido.
Empecemos con las porras:
España 3 Suiza 0
y por alusiones:
Portugal 5 (3 de CR7) República Popular de Corea 0

hostiamor dijo...

Por cierto, ¿ha hecho ya alguien el chiste entre Kaká y Elano?
Ahí lo dejo por si lo quiere usar alguien de Intereconomía.

€du dijo...

Pues por aquí no se perdió ni un duro en apuestas, menos mal que no tenía nada en la cuenta del betclic...
Qué grande Suiza (si es que había algún suizo), eso sí que es jogo bonito.

¿Quedaría muy poco elegante añadir al chiste de Kaká y Elano al jugador estadounidense Bocanegra? Sutil, mmmuy sutil.

Sobrevalorado dijo...

Caramba, qué ojo clínico para lo de España.

Lo de Bocanegra, si no elegante, sí es gracioso.

hostiamor dijo...

Por un módico precio, envío pronósticos para quien quiera apostar en sentido contrario.
Eso sí, que dé un paso al frente quien previó el pinchazo de España que yo he oído esta mañana fragmentos de las radios y parecía que aquello iba a ser una merienda de negros.

Sobrevalorado dijo...

He clavado lo de Portugal, hay que ver.

En serio, tengo disculpa. Tiago por Deco convierte a los lusos en otro equipo.