Tikitakoak

Este año, al equipo que más estoy siguiendo aparte del Barça es el Athlétic con diferencia.
Además de que es junto a Osasuna el único equipo de la liga española que me genera simpatía, el meneo que le ha dado Bielsa haciendo que mimen la pelota es espectacular y hace que apetezca verlos.
Y ayer se graduaron en Old Trafford.
Habrá quien diga (como siempre pasa en estos casos) que la superioridad rojiblanca es producto del mal equipo con el que cuenta el United, vigente subcampeón de Europa pero yo soy partidario de no restarle ningún mérito a los vascos.
Un equipo que se gasta más de 25 millones de euros en reforzar su portería no es un conjunto como para tomar a broma y en cambio los leones se plantaron en Manchester y los marearon a base de tener la posesión del balón.
Empezaron teniendo el control del partido pero en una jugada aislada se adelantaron los Red Devils gracias a un remate de Rooney tras un rechace (o rechazo que dicen ahora en algunas retransmisiones de Gorka.
Como a estos muchachos del norte les han lavado el cerebro para hacerles entender que son capaces de jugar a fútbol sin liarse a lanzar balonazos arriba, siguieron a lo suyo hasta ponerse 1-3 y acabar regalando un penalty inocente que dejó un 2-3 que no hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego.
Impresionante la diáspora de aficionados para un total de unos ocho mil que se plantaron en Inglaterra y que tengan suerte en el partido de vuelta porque en estas competiciones la experiencia cuenta mucho y la camiseta tiene su peso.
Si se toman la final de copa de la misma manera que acostumbran tanto Barça como Athlétic, se puede ver un festival sin precedentes mejorando la que el año pasado fuera la mejor final de la historia (para Florentino).