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lunes, 15 de marzo de 2010

Opésimo

Como ya sabéis que no me gustan las odas ni los tangos referidos a Leo Messi, vamos a darle a la entrada de hoy un rumbo totalmente diferente.
Lo primero, y como ya es tradición, felicitar a los dirigentes del Real Valladolid por la destitución de Mendilíbar para poner al que fuera jugador del Barça Onésimo Sánchez. Desde su entrada en acción, los pucelanos no han ganado ni un partido. ¡A segunda oéeeeee!
Y ahora vamos al epicentro de lo que os quería explicar hoy.
Ayer por la tarde y previendo entradón en el Camp Nou, decidí acudir a mi localidad a pesar de que esperaba aglomeración para abandonar las instalaciones. Al final no fue así porque con el 3-0, a falta de un minutillo enfilé las escaleras hacia la salida que así me ahorro media hora y dos trenes.
Bueno, el caso es que como ya conozco más o menos a los vecinos de la zona, voy a resumir algunos de los esterotipos que se pueden ver a lo largo y ancho de la grada.

El sabio: el que todo lo ve. Podría dirigir el club desde los despachos, desde el banquillo e incluso desde el centro del campo. Su voz es la ley en un radio de quince butacas. Cuesta refrenar el ímpetu de lanzarlo a gradas inferiores o al mismo terreno de juego.
El tecnificado: este ser ha sustituido en las últimas temporadas al del puro. Si hace un par de años cuando el ex-jugador Tamudo nos jodió una liga pudimos ver en su tele simultáneamente el gol de Van Nistelrooy en el peor minuto de la historia reciente del Barça, ayer nos sorprendía con un ultraportátil con TDT de conexión USB. Alucinante.
El soso: a este individuo lo distinguiréis porque cuando la temperatura baja de los 18 grados, se enfunda sus guantes de piel y si baja de 10 tira de manta de franela. No grita ni para bien ni para mal y raramente hace palmas. Si alguna vez se desmelena y se quiere arrancar con algún apoyo, apenas sale un hilillo de voz y se remueve inquieto en su asiento avergonzado de tamaña osadía.
El exaltado: normalemente asociado a un jovenzuelo recién ascendido del juvenil, este personaje es la antítesis del anterior. Un saque de banda que en su opinión se ha señalado en el sentido contrario es suficiente para hacerlo detonar y empezar con una sarta de exabruptos normalmente acompañados por el entrañable gesto que ha puesto de moda Aznar. Como si el interpelado fuese a distinguir su dedo extendido desde el campo.

3 comentarios:

David dijo...

Y tú en qué categoría te incluyes? Yo creo que soy una mezcla de sabio-exaltado. Solo tendrías que haberme visto el día que palmamos contra el Atleti, la de improperios que solté, parecía la boca de Sauron... y sabio porque no hay nada como pontificar sobre futbol en voz alta o no celebrar los goles mientras todo el mundo los celebra, ya que SOLO TÚ te has dado cuenta que estaba en fuera de juego, como ayer con Maxwell.

Salud
David

neus dijo...

El tipo este de la foto es clavado a Mariano Mariano (que no el de la peca...)

Anónimo dijo...
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