De Müller a Müller

Había pensado titular algo así como: It's now or never en referencia a la selección española, pero como me ha sonado escandalosamente cercano a lo que podría titular algún diario deportivo, me decanto finalmente por empezar ensalzando el comportamiento de la escuadra alemana o Mannschaft.
Si ya me pareció algo digno de elogio y cercano al milagro que los de Joachin Löw llegasen hasta la final de la pasado Eurocopa para acabar palmando con los de Luis Aragonés, la campanada que están dando en la edición mundialista es de auténtica traca.
Con un Miroslav Klose que había marcado tres goles en toda la Bundesliga y que había cedido su puesto en el Bayern al joven descubierto por Van Gaal Thomas Müller, se presenta el tipo a la gran competición y se cepilla el registro ni más ni menos que de su compatriota el Torpedo Müller y apunta a la plusmarca de goles mundialistas de Ronaldo. No, no Cristiano Ronaldo sino Ronaldo Luis Nazário da Lima. Éeeeese, el del flequillo aquel impresentable con el que nos obsequió en una Copa del Mundo.
El caso es que por trayectoria, son los germanos los que apuntan al título ya que no sólo han vencido sino que han goleado a dos grandes del fútbol mundial como Inglaterra y Argentina. De acuerdo que en realidad lo de los ingleses si miramos las últimas apariciones no pasa de ser el ganarle a un equipo del montón y que los argentinos y principalmente su entrenador deben haber hecho poquito trabajo técnico-táctico.
Cosa que sí que ha hecho y a la perfección el seleccionador del Paraguay Gerardo Martino que ofreció todo un recital de lo que es trabajo de presión.
En el cruce de cuartos entre España y los guaranís pudimos ver la mayor sucesión de errores de un árbitro en un par de minutos:

1. Primer penalty: invasión de jugadores españoles. Debería haber repetido el lanzamiento.
2. Segundo penalty: debió expulsar al defensor paraguayo.
3. " " : ¿por qué narices lo manda repetir?
4. Tercer penalty: no existe como tal pero menuda falta comete el portero sobre Fàbregas.

Total, que la Roja accede por primera vez a unas semifinales y por tanto, debería darse ya como excelente su participación aunque ya que uno se encuentra una oportunidad como esta, vale la pena aprovecharla.
Que saquen partido a las debilidades por ejemplo del eje de la defensa de Holanda (si se cruzan) porque el famoso ex-atlético Heitinga es un auténtico coladero.
Y sobre todo, que Villa se haga con la Bota de Oro y entonces lo vendemos. Menudo acierto del ya expresidente Laporta.
Hablando de presidentes, estoy muy enfadado con Rosell por no anunciar que Guillermo Amor se iba a hacer cargo del fútbol base azulgrana. ¿Es que no ve que eso era motivo suficiente para votarles?