El mismo baño para el mismo resultado

A la final de la Eurocopa de hace dos años, se ha unido la semifinal de ayer como una especie de pesadilla 2ª parte para los alemanes.
La forma más descriptiva sería de maneral visual con el chiste aquel de: ¿Dónde está la pelotita?
Porque eso es lo que hizo España con maestría. Esconder y aguantar el balón mientras que los germanos de los cuales se decía el gusto tan exquisito y el cariño que le habían cogido a manejar la pelota se dedicaban a correr infatigablemente (no faltaba más) tras el Jabulani.
En el cómputo de los dos enfrentamientos, si todo hubiese sido normal, podría haber dado un global de 7-1 para los de Aragonés-Del Bosque.
Magníficos todos pero lo de Pedro es colosal.
Y encima sin sufrir ni siquiera un arreón de esos desbocado que hubiese sido de prever por parte de los de Löw. Otros a la lista de cobardes.
O sea, que si España juega como sabe, a Holanda le puede dar para el pelo. Cuando Iniesta empiece a zigzaguear, Villa a desmarcarse y Xavi que aún tiene que poner en su cuenta un par de asistencias de gol, van a destrozar el centro de la zaga orange.
Frente a frente se encontrarán los dos delanteros centro probablemente menos en forma del Mundial. Fernando Torres y Robin Van Persie han llegado a la competición justísimos por culpa de sendas lesiones. La del holandés lo ha dejado fuera de juego prácticamente todo el año y aun así parece claro que será de la partida en la final mientras que El Niño si no cambia todo mucho seguirá cediéndole el puesto a Pedro y probablemente se una a Stéphane Guivarc'h en el palmarés de un delantero centro titular de una campeona del mundo que se va del torneo sin mojar.