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lunes, 5 de julio de 2010

Viatge d'anada i tornada

Qué fenomenal la historia del central del Barça que se cría en un club para después buscarse la vida fuera pensando que va a conseguir fama y dinero y al final se da cuenta que donde puede lograr lo que busca es en su club de origen ... ¿cómo que Piqué? Si yo estoy hablando de Dimitro Chygrynskiy.
Para quien quiera acusarme de ventajista y como me gustan los libros de abogados en plan John Grisham aunque luego no sea capaz de acordarme de los que he leído porque todos se llaman igual, presento las siguientes pruebas: 1, 2 y 3.
Aun asumiendo que nada de lo que allí se expresa tiene unos tintes como muy trascendentales, ya desde un principio parecía claro que el fichaje era carísimo (más aún porque no podía disputar Champions) y que su velocidad punta dejaba mucho que desear.
O sea, que por las cifras que se están barajando, habremos pagado una cesión de unos 13 millones de euros por un jugador cuya aportación ha sido testimonial siendo generoso.
Con todo esto podemos llegar a la conclusión de que la calidad de Guardiola como coach o gestor de grupos es inversamente proporcional a la que atesora a la hora de fichar jugadores siguiendo su famoso feeling que le llevó a desprenderse de Samuel Eto'o que se ha marcado otro triplete con el Inter.
Dentro de diez años alguien sacará en una conversación el nombre de Dimitro y nos sonará en algún lugar muy oscuro de nuestro cerebro. Allí donde hay encerrados nombres como Romerito, Okunowo, Gerard, Ciric, Korneiev, Escaich, Angoy y un largo, larguísimo etcétera.

5 comentarios:

Sobrevalorado dijo...

Difiero absolutamente y considero demagogo su razonamiento: le recuerdo que jugar en este Barça es dificilísimo para un defensa, nadie en el mundo juega así. Ayer mismo, Martín Cáceres jugó sin desentonar una semifinal de un Mundial. Pero en este barça, además de defender como en cualquier otro sitio, hay que tocarla y está prohibido dar el patadón. A ver qué central podría jugar sin desentonar. Ni Terry ni el mejor Cannavaro, sin ir más lejos.

hostiamor dijo...

Ups, me habían llamado muchas cosas (y aún más las que han pensado) pero diría que demagogo no me lo habían dicho nunca.
Y la verdad es que no veo el motivo. ¿Por decir que es lento? A lo mejor me dirá que es un jugador rápido.
También es lentísimo Márquez y en una época remota triunfó aquí mismo.
Insisto en que no veo ninguna crítica en los posts previos al ucraniano aparte del precio que no es problema suyo. Ah, y sacando la pelota que en teoría es su gran virtud ha pegado unas cagadas de no te menees.
Cáceres es como Puyol. Cuando aprenda sus limitaciones será un gran defensor.
Para quedar mal en este mundial defendiendo hay que ser tan malo como Heitinga.

hostiamor dijo...

Y si es por la lista del final, pongo otros ejemplos que suenan vagamente, que costaron un pastón y que incluso fueron campeones del Mundo:
Dugarry, Petit, Alfonso, Cuéllar, ...
¿O es que no llegamos a dudar si efectivamente jugaron aquí?
Bueno, definitivamente jugar, no jugaron pero vistieron la camiseta del Barça.

Sobrevalorado dijo...

Lo de demagogo es por mezclar churras con merinas (véase Eto'o) por no hablar del listado final de Escaich and co.

¿Que el ucranianos es lento? Sí, claro, pero usted mismo lo dice, Márquez triunfó siendolento. Pero el nivel de exigencia de este Barça es mayor que el de Rijkaard y, por supuesto, que cualquier otro. Las cagadas sacando la pelota son normales cuando 90.000 personas te silban al primer fallo.

hostiamor dijo...

Sigo sin verlo así.
Yo defendía (hace meses) que por el precio de Ibra podías tener a Eto'o más Forlán pagando su cláusula y que Dimitro era carísimo.
Un buen entrenador no tiene por qué saber fichar. Para eso está la portera de Núñez.
Y lo de silbar ya no se lleva. Hace unos años, se le hubiera caído la barba con las cagadas en casa. Ahora la gente es como mucho más tranquila y aguanta más para soltar el BURRU!
pd: es que la definición de diccionario suena como muy insultante y no es mi intención ni conseguir ni mantener poder (nunca lo he tenido y dudo que nunca lo tenga) ni mucho menos ganar el favor popular. Si aquí somos cuatro gatos.